Proyecto Orunmila Ilé Osha Oló Obatalá Oshagriñan Adé Yeri

Osha-Ifá  crece y se expande en diferentes países y regiones, así como entre  diferentes grupos y clases de la sociedad. Osha Ifá se desenvuelve en  una región asolada por la pobreza y las desigualdades; donde las  familias religiosas están divididas en países de diferentes culturas y  donde existen padrinos y ahijados que desconocen cuál es el desempeño de  su rol.

Al mismo tiempo Osha-Ifá está continuamente incorporando costumbres y tradiciones de los individuos con los que interactúa. Todos estos procesos transcurren con una rapidez que es difícil pensar en los mecanismos habituales para transmitir y enseñar hábitos de conductas y virtudes entre padrino a ahijado, en un momento en el que se precisa fortalecer los valores de Osha-Ifá como institución. Por esta razón Proyecto Orunmila le propone el análisis del siguiente artículo, en el que se exponen asuntos de interés para nuestra comunidad.

"Las virtudes fundamentales en Osha -Ifá como partes del sistema"

Las virtudes morales son importantes, pues perfeccionan el comportamiento del individuo en los medios que conducen a la excelencia (caridad, gozo, paz, paciencia, bondad, magnanimidad, humildad, fe, modestia, sobriedad). Si pensamos en el modo de su manifestación, unas son virtudes naturales o adquiridas, si se alcanzan con las fuerzas de la naturaleza; otras, sobrenaturales, si las concede Oloddumare como Ashé: sabiduría, objetividad, entendimiento, consejo, fortaleza, piedad. Las virtudes religiosas siempre son sobrenaturales; las morales pueden ser adquiridas o infundidas por la religión.

El hombre puede realizar actos buenos con las fuerzas naturales, adquiriendo virtudes. Mencionemos: la sinceridad, la laboriosidad, la discreción, la lealtad. Entre las principales virtudes morales -llamadas también "de base" porque son como el primer peldaño de las demás- son la prudencia, la justicia, la fortaleza, la valentía y la templanza.

-La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica para discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y el del prójimo, eligiendo los medios justos para realizarlo.

-La justicia es la virtud que nos inclina a dar al resto de los humanos lo que les es debido, tanto individual como socialmente.

-La fortaleza es la virtud que en medio de las dificultades asegura la firmeza y constancia para practicar el bien.

-La templanza es la virtud que refrena el deseo por los placeres mundanos e impone moderación y mesura en el uso de los bienes creados.

-Valentía es la virtud que nos permite arrostrar los peligros a que nos enfrentamos en este plano terrenal. La valentía nos permite reconocer los errores y faltas en el cumplimiento de las previsiones y designios de nuestros Oshas y Orishas que nos llegan a través del Itá y tomar decisiones que nos sirvan para mejorar nuestras vidas.

Además de las virtudes "de base", el hombre debe practicar las otras virtudes morales, especialmente, la humildad, la obediencia, la alegría, la paciencia y el respeto. A veces es difícil vivir las virtudes naturales porque el hombre está desordenado y puede sentir la inclinación a la dejadez e indisciplina; con la ayuda de los Oshas y los Orishas, con la voluntad que se manifiesta en el cumplimiento del Itá, las virtudes naturales forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien y hacen al hombre un ser pleno.

Las virtudes religiosas están expresadas en el Código Ético de los Odun de Ifá y en las "Reglas de Osha-Ifá para Santeros".

Estando el hombre elevado al orden sobrenatural, por ser su cuerpo todo formado por espíritu y materia: las virtudes naturales por sí solas no bastan, aunque sean necesarias.

Las virtudes religiosas más trascendentales son la fe, la esperanza y la caridad.

-La fe es una virtud sobrenatural por la que -apoyados en la autoridad de Orí como deidad tutelar de cada individuo y en el Ángel de la Guarda- creemos las verdades que nos han revelado y que el Código Ético de los Odun de Ifá y las "Reglas de Osha-Ifá para Santeros" nos enseñan.

-La esperanza es una virtud sobrenatural por la que confiamos en que Olorun, Olodumare, Wamale ni Olofin, Oba Egun Oduduwa, Oba Orisha Obatalá y Bogbo Egun Kalenu nos darán el poder de la trascendencia, la gloria mediante su gracia.

-La caridad es una virtud sobrenatural por la que amamos a Oshas y Orishas sobre todas las cosas, a nosotros, al prójimo y a nuestra correspondencia íntegra y sacrificio por los seres humanos.

La caridad es la virtud más excelente de todas por ser la primera de las de tipo religioso. Cuando se viven de verdad, todas las virtudes están animadas e inspiradas por la caridad. La caridad es vínculo de rectitud y perfección; la forma de todas las virtudes.

Crecer en las virtudes con la ayuda de los Oshas y los Orishas y el esfuerzo propio es una acción constante. Se ha de ir creciendo en la virtud. Los Oshas y los Orishas nunca abandonan, y basta que luchemos para hacer el bien y vivir la caridad para que ella se desarrolle y asiente en nuestras vidas.

Cuando por amor y con principios nos brindamos de alguna manera a nuestros semejantes, manifestamos uno de los aspectos de la caridad, y expresamos un don que otorga Olodumare. La esperanza se la podremos dar de otra manera, con el ejemplo de nuestra vida y experiencia e invitándolos sólo con el ejemplo a compartir nuestra fe. La esperanza resulta de la fe de una persona. Ejercitando la caridad hacia alguien podremos alcanzarle lo que necesite del mundo material, pero la fe y la esperanza dependen de su actitud, y no de quien le brinda algo. No podemos dar esperanza ni fe a nadie, aunque sí podemos estimularlo a que las incorpore a su vida con nuestro ejemplo.

La fe, la esperanza y la caridad, así como las virtudes "de base"; la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza, son las virtudes de la rectitud. La virtud -y las obras virtuosas- es lo que da el toque de corrección en el ser y en el obrar de la naturaleza humana; sobre todo si el ser natural viene elevado y ennoblecido por las virtudes sobrenaturales, ya que la rectitud y la corrección no destruyen el carácter natural del ser sino que lo perfeccionan.

La virtud se refiere a la actuación o a los hábitos operativos, que, si son buenos, se llaman virtudes; si son malos, defectos. La virtud, por tanto, es una cualidad buena, que perfecciona de modo habitual las potencialidades del individuo inclinando al ser humano a obrar bien.

Ernesto Valdés Jane Adé Yerí
En colaboración con: Julio Valdés Jane y Michael Hernández